Bocademia nace como el sueño de dos empresarios que pretenden crear una nueva cadena fast food de comida malagueña.
Un modelo de franquicias que ofrezca los famosos desayunos y almuerzos andaluces por todo el mundo: molletes antequeranos, pitufos, serranitos, tapas y por supuesto los distintos tipos de cafés de la zona.
Mediante un proceso de consultoría realizamos el análisis estratégico y el diagnóstico de la situación para posteriormente definir la identidad y la experiencia de la nueva marca.
Se propuso un concepto novedoso basado en una opción saludable, ecológica y natural. Huimos de la frialdad del fast food tradicional para seguir siendo tan acogedores y cercanos como el típico bar malagueño.
Si la marca es un contenedor de significados que construyen valor y preferencia entre nuestras audiencias, el nombre es lo que nos representa.
Durante el proceso tuvimos siempre presente que debíamos expresar nuestra diferenciación con respecto a otras cadenas similares a través de una marca impecable, que transmitiera calidez mediterránea y buen trato.
El nombre debía ser divertido, fácil de recordar, eficiente, cercano y ambicioso. Bocademia fue el elegido ya que transmite todo lo que pretendíamos desde el principio.
El símbolo o anagrama de Bocademia es la representación gráfica de una sonrisa, nos transmite uno de los valores más importantes de la marca, que es la alegría. Además, el anagrama con su forma de boca es la simplificación del nombre de la marca: Bocademia.
Los colores corporativos de la marca son 3, el azul del mar, el rojo de la pasión y el amarillo del sol. Junto con ellos, elaboramos un imaginario de elementos ornamentales, ilustraciones y patrones que pueden acompañar a la marca en sus distintas aplicaciones.